Especialista en fotografía de familia en Badalona. Mari Fernández crea sesiones cálidas y naturales para bebés, niños y familias, cuidando cada detalle para que revivas esos momentos.
Como fotógrafa especializada en fotografía familiar con estudio en Badalona, mi trabajo está centrado en convertir instantes cotidianos en recuerdos que emocionen para siempre. Soy Mari Fernández: llego a cada sesión con la sensibilidad de quien entiende las dinámicas familiares (vengo de la psicología) y con la ilusión de una madre que sabe cuánto valen las pequeñas miradas, los abrazos desordenados y las risas sinceras. Mi enfoque en sesiones de familia es documental y cercano: busco la naturalidad por encima de la pose rígida. Me interesa capturar la complicidad entre padres e hijos, las manos que se entrelazan, los gestos cariñosos y los detalles que pasan rápido. Trabajo tanto en mi estudio con grandes ventanales y atrezzo seleccionado con mimo como en exteriores cuando la luz y la ocasión lo piden; en ambos espacios priorizo un ambiente relajado para que los peques y los adultos disfruten la experiencia. Antes de la sesión conectamos para preparar todo: orientaré sobre outfits, colores que combinan y cómo llevar a los niños para facilitar sonrisas espontáneas. En el estudio hay vestuario y complementos pensados para familias y sesiones infantiles; si preferís un plan más íntimo, también hago sesiones mummy & me y sesiones que incluyen a bebés y recién nacidos con todo el cuidado necesario. Mi estilo tiende a la luz natural, a los tonos suaves y a composiciones que transmiten ternura y verdad. Trabajo con paciencia y flexibilidad: sé que cada familia tiene su ritmo, por eso adapto la sesión según las necesidades de los niños y del grupo. Entrego imágenes tratadas con cariño y proponiendo productos bonitos para conservar esos recuerdos en álbumes y cuadros que decoren vuestro hogar. Si buscas en Badalona una fotógrafa familiar que combine sensibilidad, experiencia y un trato cercano, aquí me tienes. Mi objetivo es que, cuando veáis las fotos, no solo encontréis imágenes bonitas, sino que volváis a sentir esa tarde, esa risa o ese abrazo —porque los recuerdos bien guardados permiten vivir dos veces.